Artículos sobre cómo organizar tu emprendimiento para lograr tus metas y tener el éxito que buscas.
Llevo dos meses coordinando y apoyando el lanzamiento del curso estrella de una de mis clientas. Diseñamos un plan de contenidos, le trabajé una estrategia de email marketing, le creé contenidos para sus redes y la asesoré sobre expectativas, estrategias y tácticas para el momento de su lanzamiento.
¿Cómo es que se vuelve fácil lo difícil? Pues, accionando.
Mi decisión fue mantenerlo lo más sencillo posible y crear un solo contenido que me funcionara para nutrirlo todo por al menos una semana, luego pensé que si trabajaba los temas a modo de series podía crear contenido que me sirviera para todo un mes y esa era mi gran meta.
¿Qué pasa cuando alguien ya pensó en una solución y te la dejan sobre el escritorio para que tú la ejecutes? En otras palabras, el jefe decidió lo que había…
¿Qué quieres hacer apagafuegos? Hoy quiero que te detengas un momento y pienses qué es lo que realmente quieres hacer. ¿Tienes un problema? ¿Cuál es? Hoy vamos a coger lápiz…
Si tu quieres hacer un trabajo excelente, de esos que todo el mundo celebra, si tu quieres lograr tus metas y tus objetivos estas son las únicas dos cosas que verdaderamente tienes que hacer:
Cada vez que termino un nuevo artículo para este blog, me levanto de mi silla y hago un pequeño baile de la victoria ... me reconozco que lo estoy logrando.
No es necesario hacer una fiesta cada vez que completas una tarea del trabajo. Lo que sí vale la pena es hacer una pausa para reflexionar en el trabajo realizado.
De repente, me encontré con esa angustia en la boca del estómago, esa incomodidad que te provoca salir corriendo del lugar en el que estás, de la situación que la causa. Y fue como chocarme con una pared. Me di cuenta de una cosa que lo cambió todo.
Creía que los responsables de que las cosas no salieran como yo quería eran los otros y no yo. Le echaba la culpa a mis jefes, a mis compañeros, a la economía..., pero ¿a mi? Nunca.