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5 pasos para encontrar la claridad que necesitas

¿Qué quieres hacer apagafuegos? Hoy quiero que te detengas un momento y pienses qué es lo que realmente quieres hacer. ¿Tienes un problema? ¿Cuál es? 

Hoy vamos a coger lápiz y papel. Este artículo es práctico y te voy a poner a trabajar. Sí querida apagafuegos, llegó ese momento de parar. ¿Ya tienes con qué escribir? ¿Lista? Pues, lo primero que quiero que hagas es que escribas cuál es ese problema que necesitas resolver. Despeja tu mente y piensa en cuál es la raíz de todo. ¿Tu problema es falta de tiempo? ¿de libertad? ¿de recursos económicos? ¿Cuál es ese problema? Escríbelo. 

Ahora que ya lo tienes escrito vamos a hacer una lluvia de ideas. Escribe todas las cosas que podrías hacer para solucionar tu problema. En este punto no importa si las cosas que se te ocurren las puedes hacer o no. Lo importante es que dejes que fluyan las ideas, saca todo lo que te podría ayudar a encontrar una solución.  Escribe las ideas que se te ocurran, todo lo que vaya llegando a tu mente y que podría ayudarte a resolver ese problema. Por ahora, puedes dejar como una posible solución ganarte el Power Ball. Ya mismo bregamos con eso. Mientras tanto, sigue escribiendo todas las ideas que se te ocurran para resolver tu problema. 

Muy bien apagafuegos, a este punto debes tener un papel con un problema y un montón de ideas para resolverlo. Jum, ya no se ve tan grave ese problema, verdad? Hace poco leí el libro Everything is Figureoutable de Marie Forleo. La teoría de este libro y el mantra de vida de esta autora es que todo se puede resolver. Cualquier problema, por complejo que sea, tiene una solución.  Marie explica que si hay algo que no tiene solución, entonces no es un problema, si no una ley de vida, como la muerte, por ejemplo. A lo largo del libro te va explicando lo importante de este pensamiento de que todo problema se puede resolver y te da las claves para resolver cualquier problema que tengas y digo las claves porque la verdad es que sólo tú puedes resolver tu problema, los demás te pueden dar alguna dirección, pero la solución está en tus manos. 

Entonces, ya tienes tu problema y tienes un reguero de soluciones posibles que salieron de tu lluvia de ideas. Ahora quiero que las dividas en dos columnas. Una, la de las cosas que tú puedes controlar y otra, la de las cosas que no están en tus manos. Haz un esfuerzo aquí, a veces cuando estamos bloqueadas se nos hace difícil ver cuáles son las cosas que nosotras podemos hacer y pensamos que no hay nada que dependa de nosotras.

Así es que piénsalo bien y divide las posibles soluciones entre lo que puedes hacer tú y lo que pueden hacer los demás. Una vez tengas tus dos columnas completadas, quiero que te olvides de las cosas que tú NO puedes controlar, deséchala, ignórala, bórrala. Haz lo que tú quieras pero no está en tus manos ganarte el Power Ball. Ves, te dije que iba a volver a él. Todo lo que no está en tu control no te va a servir en estos momentos.

Así es que vamos a concentrarnos en las cosas que sí puedes resolver tú misma. En todo lo que sí puedes hacer. Mira bien esa lista y piensa, cuáles son las 3 ideas que tienen mayor probabilidad de ayudarte a resolver tu problema. Cuáles son esas ideas que te ayudan a estar más cerca del lugar al que quieres llegar. Cuáles son las que realmente te mueven hacia tus metas. Bien, ¿las tienes? Ahora, vas a hacer una lista de todas las cosas que debes hacer para hacer realidad cada una de esas ideas que te ayudarán a resolver tu problema. Recuerda, debes preparar una lista de todas las cosas que tienes que hacer para que tu idea se convierta en una solución real. Estarás creando tu paso a paso para cada una de esas ideas.

¿Lo tienes? ¿Sí? Pues ahora observa tus tres ideas y sus tareas y piensa cuál de las tres te ayudará a solucionar tu problema en menos tiempo y con menos esfuerzo. En fin, cuál es la mejor idea. A este punto debes tener más claridad sobre lo que puedes hacer para resolver ese problema que te trae por el camino de la amargura. Una vez tengas identificada tu mejor solución, ponle fecha a cada tarea y ve poco a poco haciendo cada una de esas cosas que escribiste que debías hacer para que esa idea se convierta en una solución a tu problema. 

Vamos a resumir rápidamente los pasos que acabas de dar para encontrar claridad y soluciones a tus problemas:

  1. Escribe tu problema: define qué es lo que te impide avanzar hacia donde quieres llegar y ponlo por escrito.
  2. Prepara una lluvia de ideas: piensa en todas las posibles soluciones a ese problemas y escríbelas sin elaborarlas demasiado. Sólo escribe lo que se te vaya ocurriendo.
  3. Divide las ideas entre las que puedes hacer tú y las que no: Identifica qué está bajo tu control y concéntrate en esas ideas.
  4. Escoge las tres mejores ideas que tengas y escribe todo lo que tendrías que hacer para convertirlas en un plan de acción. 
  5. Identifica tu mejor idea observando cuál es la que puede ayudarte a resolver el problema en menos tiempo, con menos esfuerzo y menos recurso.

Tin, tin, tin, tin tenemos idea ganadora, solución posible y un plan de acción viable para comenzar a movernos. Y así apagafuegos es como encuentro claridad cuando ando bajo una nube de humo que me pone a apagar fuegos por todas partes y sin dirección. Si te gustó este artículo, si pudiste hacer los ejercicios y, sobre todo, si encontraste solución a algún problema, me encantaría saberlo. Escríbeme en Instagram o en Facebook para que me cuentes sobre lo que significó este artículo para ti.

Dale, te espero, apagafuegos.