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El filtro de ideas y cómo aterrizar los sueños

Cuando las ideas flotan, anclarlas y enfocarlas en los objetivos que debemos conseguir es vital para continuar

Me gusta escuchar a otros, especialmente cuando tengo que hacer algo que los va a involucrar. En una ocasión tuve que planificar una campaña de responsabilidad social, me dieron un tema bastante amplio y muy poca dirección. Así que me senté con mis compañeros de trabajo y comencé a preguntarles sobre sus ideas para abordar esa campaña. Todos tenían un enfoque distinto y todos eran buenos, pero el problema era conectarlos. Llené mi libreta y mi cabeza de todas sus ideas y me encerré en mi oficina. Estaba aterrada, esto tenía que salir bien y yo no encontraba por dónde agarrar el asunto. Era como tener un montón de globos llenos de helio dentro del carro y no saber cómo organizarlos para poder conducir.

Abrí una página de Word y me quedé mirando ese rectángulo blanco por un buen rato. No encontraba como meterle el diente. Todas las ideas parecían buenas y al ser un tema de responsabilidad social, todo parecía igual de importante. Así es que hice lo mejor que sé hacer: una lista, luego metí cada idea en cajitas y comencé a moverlas hasta que encontré la manera de conectar. Para llegar ahí seguí algunos pasos que me permitieron aterrizar los temas y hasta eliminar algunos. Aquí te cuento cómo lo hice:

  1. Determina tu propósito: Necesitaba tener bien claro lo que queríamos lograr para asegurarme de que las ideas ganadoras nos ayudaran a llegar a ese objetivo. Así que lo escribí bien grande y le puse colores para que no se me fuera a escapar.
  2. Confirma la viabilidad de las ideas: Una vez tenía claro mi objetivo, enfrenté cada idea a ese objetivo. Fue como hacerle un examen a esas ideas. Si me ayudaban a cumplir el objetivo se quedaban, si no me ayudaban estaban fuera. 
  3. Separa ideas de tareas: Dentro de todo el lío de información que recibí había de todo y cuando no hay claridad es fácil confundir lo que es una idea de lo que es una tarea. Así es que empecé a segmentarlas y enlazarlas para ver cuáles eran parte de algo más grande y cuáles eran solo una acción a tomar. Este ejercicio me ayudó a descartar muchas cosas que me estaban desenfocando de mis objetivos.
  4. Prioriza las ideas por su valor: A este punto ya la lista era más pequeña y las cosas comenzaban a tener más sentido. Entonces, era momento de ponerlas en orden y para ello les di valor: cuánto tiempo necesitaban para convertirse en realidad, cuánto nos iba a costar, cuántas personas necesitaba para ejecutar y cuánto impacto iban a tener. 
  5. Busca lograr más con menos: Una vez tuve claro el valor de cada idea, me enfoqué en las que nos permitirían cumplir nuestro objetivo con el menor esfuerzo y presupuesto, pero el mayor impacto. Esto es un balance delicado y no necesariamente significa que será la idea más económica. No se trata sólo de inversión en dinero, siempre hay que poner en balance la inversión de tiempo y recursos, por aquello del dicho de que: “lo barato sale caro”.

Con esta organización de las ideas, pude preparar un plan para esa campaña, pero además me sigue ayudando en muchos otros proyectos para anclar y poder comenzar a actuar. Si tienes un revolú mental y no encuentras cómo enfocarte, esta Guía para encontrar la solución perfecta a tu problema te puede ayudar en el proceso. Y además, es GRATIS. Cuéntame cómo organizas tus ideas y las haces realidad en las redes sociales de @ApagandoFuegos. Te espero.

This Post Has 2 Comments

  1. Laura

    Excelente! Parece simple, pero la verdad hay que tomar pasos para organizar las ideas y que fluyan adecuadamente! Gracias

    1. User Avatar
      Iliana Fuentes Lugo

      Así es, organizarse no tiene que ser complicado pero sí consistente. Cada semana que comienzo sin organizarme la termino de forma caótica y cada semana que me organizo logro más de lo que me esperaba.

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