You are currently viewing Todo es difícil hasta que se vuelve fácil

Todo es difícil hasta que se vuelve fácil

El mantra que te quita las excusas de un sopetón

Liz es una de esas mujeres maravilla que es capaz de impactar a otros sin a penas notarlo. A sus 46 años tiene tanta energía como mi hija de 6. Corre todos los días y cuida de su familia, en especial de Summer su hija de 23 años. Summer tuvo un terrible accidente de auto hace 5 años que la dejó con un daño cerebral severo y sin la capacidad de hablar, recordar o caminar. Así es que Liz se ha volcado en atenciones para Summer, en buscar las mejores terapias y tratamientos y en lograr que toda la familia tenga cierta normalidad, dentro de todos los retos que enfrentan.

A Liz le encantan las carreras y deportes extremos. Llegó a hacer hasta un medio Iron Man. Incluso se dedicaba a organizar eventos deportivos como carreras de obstáculos, entre otros. Un día Liz nos contó que quería correr con Summer y una piensa claro puedes empujar una silla de ruedas en un 5 o hasta un 10 K, por qué no. Pero ella tenía una meta más ambiciosa. Ella quería hacer un triatlón con Summer. La parte de correr y la bicicleta lo podía entender, ¿pero el nado?  Nos explicó que la pondría en una balsa y tiraría de ella mientras nadaba. 

Honestamente pensé que no podría terminarlo. Hacer una carrera como esta ya es duro para el cuerpo del atleta. Hacerlo y llevar contigo a otra persona era para mi impensable. Y sin embargo lo hizo. Cuando terminó nos dijo: estoy lista para el próximo. Cuando hablo de esta mujer con otras personas todos me dicen: “Wow, qué difícil”.

Su vida es muy difícil, pero ella se repite una y otra vez: “Todo es difícil hasta que se vuelve fácil”. Tuve la oportunidad de estar con Liz el fin de semana en el que hizo su tan anhelado triatlón con Summer y en cada encuentro lo repetía como un mantra, de esos que te dan superpoderes. Todo es difícil hasta que se vuelve fácil. Todo es difícil hasta que se vuelve fácil.

Y tiene razón, para un bebé es difícil aprender a caminar, pero lo sigue intentando hasta que lo logra. Entonces, caminar se vuelve tan fácil que lo hace sin ser consciente de que en algún momento fue algo muy difícil. Y así pasa con todo lo que tienes que hacer por primera vez, con todo lo desconocido, con todo lo que representa un reto para ti. Es difícil, y luego cuando lo haces, cuando practicas, cuando sigues intentando y no te rindes, no queda más remedio que volverse fácil.

Entonces, este mantra que Liz me enseñó con sus palabras y sus acciones me dio una gran lección. No he podido sacarlo de mi cabeza desde que la escuché decirlo por primera vez. Desde entonces, no me he atrevido a dejar de hacer algo porque parezca difícil. Ya no puedo usar la dificultad como una excusa para dejar de hacer las cosas que me representan un gran reto. Hasta me descubro por momentos repitiendo el mantra de Liz casi sin darme cuenta: Todo es difícil hasta que se vuelve fácil.Todo es difícil hasta que se vuelve fácil. Todo es difícil hasta que se vuelve fácil.

Y entonces me pregunto: ¿Cómo es que se vuelve fácil lo difícil? Pues, accionando. Aprendí esa palabra hace un año y me rechinaba en los oídos cada vez que la escuchaba de alguna emprendedora, coach, mentora o motivadora de este mundo digital al que me adentré para crear Apagando Fuegos. Accionar me parecía un disparate, no sabía que esa palabra existiera. Pensaba que la palabra correcta era actuar. Así es que la busqué en el diccionario y sí existe y sí es correcta. Según el diccionario de la Real Academia Española, accionar significa: “Poner en funcionamiento un mecanismo o parte de él, dar movimiento”. Actuar también es correcta. Pero accionar, tiene ese factor de movimiento de poner en marcha que es importante para que las cosas sucedan, para que lo difícil se vuelva fácil.

A veces le damos mil vueltas en la cabeza a las cosas que queremos lograr, a todos esos sueños que parecen imposibles por lo difíciles que son. Seguimos pensando en su dificultad, en el reto que representan y en todas las cosas que tendríamos que hacer para hacerlo realidad. Y nos olvidamos de que todo lo que necesitamos hacer es comenzar, dar ese primer paso. Nos olvidamos de que todo es difícil hasta que se vuelve fácil.

Hablar frente a una cámara o un micrófono es fácil para mí en estos momentos, pero no siempre lo fue. En estos días en el trabajo una de mis compañeras tuvo que hacer un video y estaba muy nerviosa. Ella me decía que para mí era fácil porque se me daba bien, porque yo sabía cómo hacerlo. Lo que mi compañera no sabía es que soy una persona muy tímida e introvertida. De niña no me atrevía ni a salir de casa para jugar con mis vecinos. Pero, me enfrenté a mis miedos y comencé a participar en obras escolares, comencé a recitar mis poemas en las graduaciones de la escuela y aprendí que el micrófono, el escenario o la cámara son solo un canal que me ayudan a comunicarme con otros. Con la práctica se volvió fácil lo difícil. 

No le conté nada de esto a mi compañera, me limité a decirle: “Todo es difícil hasta que se vuelve fácil. Yo llevo muchos años practicando, eso es todo”. Y esto me lleva a reflexionar en las cosas que puedes hacer para que lo difícil se vuelva fácil. Aquí no hay secretos, ni magia, ni misterio. Todo lo que te voy a decir a continuación ya lo sabes, pero siempre es bueno recordarlo para que puedas accionar y volver fácil lo difícil.

  1. Da el primer paso: Comienza, un paso a la vez. No intentes asumir lo difícil todo de golpe, mejor divídelo en partes pequeñas que puedas realizar con menor dificultad. 
  2. Planifícate: Cuando preparas de antemano lo que tienes que hacer, cuando sabes cuáles son los pasos que debes dar, eso que parece tan difícil empieza a verse como algo posible.
  3. Pide ayuda: Hasta Liz con sus superpoderes necesita de la ayuda de otros. No puedes lograrlo todo sola. No temas pedir la ayuda de otras personas para lograr tus metas, sí a veces para hacer posible las cosas difíciles necesitas de la ayuda de otros y eso está bien.
  4. Sé paciente: Pues chica, claro si algo es difícil no te va a salir de la primera. Tendrás que intentarlo muchas veces, tendrás que practicar como los atletas que hacen un triatlón, como los bebés que se caen 20 veces antes de encontrar el balance que necesitan para estar de pie y dar un paso adelante. La paciencia es una de tus mejores compañeras para hacer lo difícil, fácil.
  5. Sé consistente: No te rajes. La consistencia es tu otra mejor amiga en este camino. Si lo haces hoy y no te salió y lo vuelves a intentar el año que viene, pues seguro que tampoco te va a salir. Entonces, da un paso pequeño todos los días, no importa cuán pequeño sea hazlo. Eso te dará la consistencia que necesitas para volver fácil lo difícil.

Y así querida amiga, lo difícil poco a poco con práctica, paciencia y consistencia se vuelve fácil. Y ahora te toca a ti. ¿Qué es eso tan difícil que vas a volver fácil? Cuéntamelo a través de las redes sociales de Apagando Fuegos.

Dale te espero apagafuegos,

Iliana