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¿Y tú, pa’ cuándo?

Antes de comenzar tu nuevo proyecto debes hacerte una promesa: Comprométete con Misma

Estamos acostumbradas a comprometernos con nuestros trabajos, con nuestra familia, con nuestros amigos, con la iglesia, con un partido político, con organizaciones sociales y comunitarias, en fin, con todo lo que nos rodea y Misma siempre se queda para lo último. Hoy te invito a tomar una decisión: ponerte como prioridad.

En estos días, durante la sesión grupal que tengo todas las semanas con las alumnas del curso Organización Estratégica, me contaban que planificar lo que que quieren hacer no es el problema, que su mayor dificultad es hacer lo que tienen planificado. ¿Cuántas veces no te has dicho, voy a hacer tal cosa el domingo por la mañana y llega el día y, ay, no tienes ganas o pasa una mosca y cambias de plan? ¿Te ha pasado? Te planificas, pones fechas y te pompeas y luego cuando llega el momento de ejecutar, eres como esos memes de la rana René (Gustavo, Kermit…es el mismo con distinto nombre), y se te pasa.

Pues sucede que eso tiene que ver con el compromiso que tienes con ese proyecto, con cuán importante es para ti eso que quieres hacer. La realidad es que tus proyectos no pueden depender de cuán motivada estés cada día. Si las cosas dependieran de la motivación, irías al trabajo una o dos veces al mes. Tú vas al trabajo o cumples con tus compromisos porque lo tienes que hacer, aun cuando no siempre lo quieras hacer. Entonces, en esos casos, la motivación no tiene nada que ver. Estás comprometida y punto.

Así mismo, tienes que ver tu proyecto, ese que te mantiene soñando despierta sobre el escritorio, en la mesa del comedor o mientras estás en el tapón de las seis de la tarde. ¿Cuán importante es ese proyecto para ti? ¿Es una prioridad en tu vida? ¿Cuántas ganas le tienes a comenzar ese blog, ese podcast, abrir ese restaurante o esa boutique online? Cuando lo deseas tanto que no puedes parar de pensar en él, cuando llegas a tu punto de no retorno y sientes que lo tienes que intentar sí o sí, entonces llega el momento de tomar una decisión.

Hace un año leí el libro de Tony Robbins, Awaken the Giant Within o Despierta a tu gigante interior. En este libro, Tony habla sobre la importancia de acostumbrarnos a tomar decisiones. Nos dice que lo hagamos día a día, pero que es necesario que seamos conscientes de las decisiones que estamos tomando. Y a lo mejor esto te suena un poco raro porque si tomamos una decisión, pues sabemos que la estamos tomando, verdad? O tal vez no? Jum… 

Pues la realidad es que estamos todo el tiempo tomando decisiones como, ¿me levanto con la alarma de las 6:00 de la mañana y me pongo a hacer ejercicios o le doy al botón de “snooze” y duermo un ratito más, o me pongo un vestido de flores o los pantalones negros y la camisa gris, o me como esa rica pasta carbonara o me mantengo en mi dieta “low carb”? Todo el tiempo estás tomando decisiones que tienen que ver con el compromiso que tienes con los proyectos que estás emprendiendo. Pero, no siempre eres consciente de esas decisiones, como cuando te pasas medio día sin tomar una gota de agua porque te quedaste pegada al escritorio y trabajando. Ahí, decidiste que tu hidratación tiene menos prioridad que tu trabajo. Quizás no lo hiciste de forma consciente, después de todo estabas bien ajorada intentando terminar ese reporte que te pidieron, pero la realidad es que tomaste la decisión de no detenerte un momento a tomar agua. Nada, que el libro te va llevando a entender cuán importante es comprometerte contigo, con Misma, con convertirte en tu prioridad.

Así mismo, quiero invitarte hoy a poner como prioridad ese gran proyecto de tus sueños. Quiero invitarte a comprometerte con eso que tanto anhelas, con eso que quieres hacer, que planificas y que tanto deseas. Y te comparto algunos trucos que me ayudaron a mi a mantenerme comprometida con mi gran proyecto aunque haya veces que no tenga ganas de meterle mano, aunque haya veces que diga como ese meme: “A veces quiera salir al mundo y triunfar, pero luego recuerdo lo calentita que está mi cama y se me pasa”.

No seas como la rana, en cambio sé más como Miss Piggy, una chica segura de sí misma que persigue sus sueños sin importarle sus condiciones. Y si no me crees, te comparto este artículo, un poco viejito (2012), en el que hablan de cómo esta marioneta de nuestra infancia se volvió un ídolo de las pasarelas y la moda hace casi una década. Miss Piggy va a por lo que quiere y, seguro que tendrá sus días en los que no tendrá ganas de hacer algunas cosas, pero eso no se interpone en su camino. Ni siquiera el desgano general de la rana la limita para que ella intente conquistarlo. 

Foto de la revista In Style

En fin, me fui un poco en el viaje de los Muppets, pero me pareció una comparación que todas podemos entender. Aquí te dejo estos 5 trucos para que le ganes la batalla al desgano y tomes acción aún en los días que estás en baja, osea para que hagas lo que tienes que hacer porque estás comprometida con misma:

  1. Recuerda tu PARA QUÉ, muchas veces pensamos en el por qué queremos hacer algo, pero ponte a pensar un momento en para qué lo quieres hacer, qué buscas lograr, qué vas a obtener, qué te dará ese gran proyecto de tus sueños. El para qué te lleva a un lugar más concreto, te aterriza las ideas y te ayuda a enfocarte en lo que realmente estás buscando. Así es que cuando llegue el domingo por la mañana y no tengas ganas de levantarte a trabajar en tu gran proyecto, piensa en para qué quieres hacer ese proyecto. Seguro que encontrarás la motivación que necesitas para salir de la cama.
  2. No lo pienses tanto, deja de darle tantas vueltas a eso que tienes que hacer. A veces nos paralizamos porque nos quedamos en las ideas, ahí en el mundo de las imágenes mentales revoloteando como una mariposa en un jardín en plena primavera. Ponte a hacer lo que planificaste y sal de tu cabeza. 
  3. Ponte alarmas y rétate para acabar antes del tiempo que planificaste estar en esa tarea. La motivación puede venir de distintas maneras. Si eres un poco competitiva, haz una carrera contra el reloj y ponte una alarma o un tiempo para ejecutar esa tarea que sigues dejando para cuando tengas ganas.
  4. Busca quien te acompañe, pero que sea alguien que no ande con paños tibios, alguien que te ponga para tu número y te motive. Identifica a alguien de confianza que te pueda dar ese empujoncito cuando empieces a flaquear, siempre tenemos a esa persona que nos pone en cintura, que no nos deja rendirnos y que nos motiva a tomar acción. ¿Quién es? Pídele ayuda.
  5. Prepárate de antemano y asegúrate de tener todo lo que necesitas para ejecutar. Es muy fácil ponerte la excusa de que te falta algo y dejarlo para después. Es como cuando quieres hacer ejercicios por la mañana, si tienes tenis y la ropa accesible es más difícil que te dejes llevar por el desgano. Lucha contra tus propias excusas preparando todo lo que necesitas para el momento en que vayas a tomar acción.

Entonces, ya lo sabes, libérate de tu rana interior y abraza a tu Miss Piggy. Empodérate de tus sueños y métele con todo lo que tengas aunque no tengas ganas porque ese gran proyecto es tuyo y solo tú podrás hacerlo realidad. Si sientes que necesitas ayuda para organizar tus ideas y crear un plan fácil de seguir para ese gran proyecto, te invito a que tomes el curso: Comienza el proyecto de tus sueños, un curso gratis que he preparado para ti para que tengas los primeros pasos y puedas comenzar a hacer realidad tus sueños más preciados. Registrate aquí: https://mailchi.mp/4d2c73afaf5f/comienza-tu-proyecto