Necesitas detenerte un momento y ser consistente con lo que quieres lograr.
Llevamos 8 años viviendo en nuestro apartamento. Cuando lo compramos era perfecto. No había que hacerle nada, estaba completamente nuevo. Nadie lo había vivido. Nos enamoramos tan pronto entramos por la puerta. En ese momento estábamos esperando a nuestra primera bebé, Julia. Era el mes de mayo y Julia llegaría en noviembre. Así es que teníamos tiempo para organizarlo todo y preparar su habitación. Tú sabes cómo es, los padres primerizos buscamos la perfección. Pintamos su cuarto con un enorme árbol que hizo mi amiga Zorahya y dos meses antes de que llegara Julia estaba todo listo. El resto del apartamento lo iríamos pintando y arreglando poco a poco. Eso nos dijimos y ahí se quedó.
Cuando Julia tenía un año y medio nació Daniela, nuestra sorpresa más hermosa. Las queríamos en el mismo cuarto, así es que Zorahya le pintó a Daniela una pared con un prado verde y le pusimos un árbol de vinilo (con los segundos hijos una se pone más práctica). Y el resto del apartamento, siguió esperando a que en algún momento tuviéramos tiempo para pintarlo. Así pasaron 4 años y un verano decidimos pintar un baño y el pasillo. Eso fue más necesidad que planificación, pues las niñas tenían un arcoiris de deditos por todo el pasillo y el baño necesitaba protección contra la humedad, tú sabes… En fin, que el plan en nuestras mentes era seguir pintando poco a poco hasta que termináramos. Y ahí se quedó.
Las Navidades pasadas compramos un sofá nuevo y fue la excusa perfecta para reorganizar y pintar la sala y el comedor. Llevaba ya algún tiempo hablando de organización, no podía darme el lujo de dejar este proyecto casero a la improvisación. Así es que hice un plan, lo compartí con mi esposo y las niñas y nos pusimos manos a la obra. Logramos pintar y reorganizar la sala en un día. Parece otro apartamento. La clave de poder lograrlo tan rápido fue que nos paramos para organizar antes de tirarnos a hacer cosas.
Sacar ese tiempo para poner orden y decidir qué vas a hacer, cuándo y cómo es absolutamente necesario si quieres comenzar un nuevo proyecto o simplemente organizar las tareas que tienes pendientes. Tienes que parar el piloto automático y sacar un momento para establecer tus prioridades y ponerle fecha y hora a todo lo que quieres lograr. De otro modo, ni te va a dar el tiempo ni lo vas a encontrar para alcanzar tus metas.
Hoy quiero contarte cómo puedes organizar lo que tienes que hacer con estos 5 trucos que a mi me han funcionado:
- Detente un momento: Tienes que poner en “Off” a tu piloto automático y parar un momento. Para organizarte tienes que tener claro qué quieres hacer, cómo lo vas a hacer y cuándo lo vas a hacer. Pero lo más importante es que te detengas a pensar y escribir esas cosas. Tienes que sacarlas de tu mente y ponerlas sobre papel o pantalla para que puedas ver el panorama completo. Seguro que te acuerdas de lo que tienes que hacer pero en tu mente, está todo segmentado por momentos o acciones específicas. Cuando te detienes a pensar un poco y a escribir puedes ver la imagen completa y tomar decisiones más estratégicas.
- Ponte seria con la agenda: Seguro te gusta la espontaneidad, detestas las rutinas y eres rebelde a que el calendario te dicte tu día a día. Bueno, yo soy así o lo era. La realidad es que necesitas anotar todas las cosas que tienes y quieres hacer en tu agenda para que esa herramienta te ayude a lograrlas y sepas cómo vas a organizar tu día a día. Sin ella, pues vas como la vela de un velero, según el viento te mueva. Cuando pones todo en tu agenda tienes dirección, es más tú decides la dirección. Te conviertes en la capitana del barco.
- Identifica el tiempo ocupado y el disponible: Agarra un calendario semanal y escribe las cosas que sabes que no puedes cambiar como tu horario de trabajo, tiempo para cocinar, comer, citas médicas y cualquier cosa que sabes que no depende de que tú lo decidas. Luego, observa el resto del tiempo que tienes y determina qué actividades lo van a ocupar según tus prioridades. Por ejemplo, si estás tomando un curso, determina qué horarios tienes para dedicarle a tomar las clases y a estudiar y ponlo en el calendario para que no se te olvide.
- Separa bloques de tiempo para tus proyectos: Cuando tienes un proyecto que quieres comenzar, debes dedicarle tiempo exclusivo. Ya que tienes la agenda de frente a ti, busca huecos que puedas dedicar a ese proyecto y separa una o dos horas al día (o el tiempo que tengas) para que puedas dedicarle ese tiempo de forma exclusiva. Lo importante de separar estos bloques es evitar distracciones y comprometerte con darle toda tu atención a una sola cosa, tu proyecto. En ese bloque de tiempo no debes hacer tareas de otros proyectos u otras actividades como limpiar algún área de la casa o textear y meterte en tus redes sociales.
- Practica la consistencia: Ningún método es perfecto, aquí se trata más de práctica y consistencia que de otra cosa. No te machaques si te saltas algo o te pones en modo “multitasking”. Lo importante es que te des cuenta y puedas volver a tu plan y a tu organización lo más rápido posible. Aprender a ser consistente es como aprender a correr un maratón, debes ir poco a poco aumentando intensidad y tiempo. Debes ser disciplinada, sin agobiarte en los momentos en los que no lo logres.
Estos 5 trucos me han ayudado a organizar mis proyectos tanto de la casa como del trabajo. Quiero saber de ti, cuéntame en las redes sociales de Apagando Fuegos cuáles son tus trucos para poner en marcha un nuevo proyecto.
Dale te espero Apagafuegos.
