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5 claves para lograr resultados cuando te sientes desenfocada

La consistencia y la disciplina son la medicina para la falta de motivación que te tiene fuera de foco.

Cuando las baterías se nos van agotando, cuando los resultados no son los que esperas, cuando la motivación se desgasta y el enfoque se convierte en burbujas de jabón sólo queda la consistencia que se gana con disciplina. No quiero ponerme filosófica ni nada por el estilo, pero la verdad es que es bien difícil mantenernos motivadas 24/7. Sin embargo, hay que hacer el trabajo, hay que seguir aunque nuestro cuerpo se quiera quedar pegado a la cama entre las sábanas. Hay que levantarse e ir a la oficina o sentarse frente a la laptop una vez más. Entonces la pregunta es, ¿cómo te mantienes enfocada cuando no estás motivada?

A veces siento que es contranatura, que mi cuerpo me tira de vuelta a la cama y yo tengo que hacer malabares con mi mente para convencerme de que debo levantarme y seguir. Todo mi yo parece estar en mi contra o en contra de mis sueños y mis metas. Sobre todo los días o las semanas en las que no llego a los resultados que espero. En esos momentos me repito cosas como: esto es parte del proceso, estás experimentando, las cosas van a mejorar pronto y un largo etcetera. Hay días, como hoy, en los que le gano la batalla a mi cuerpo y a mi mente y me siento frente a la computadora a escribir. Hay días que pierdo la pelea y me enrollo entre las sábanas y me acurruco entre los brazos de mi marido o abrazo el cuerpo de mi niña de 5 años que se mete en nuestra cama a medianoche. Todos los días gano, unos en trabajo realizado y consistencia y otros en amor y acurruques familiares.

Visto así, tan poco está mal la cosa. Lo cierto es que cuando quieres lograr resultados, cuando quieres superarte, cuando te mueves hacia tus metas es más importante la disciplina que la motivación. ¿O acaso crees que los atletas de élite todos los días quieren estar 8 o 9 horas entrenando? ¿Crees que los escritores que hacen esas biblias de novelas de 3 tomos con 900 páginas cada uno se quisieron levantar todos los días a escribir? ¿Crees que un presidente o un gobernador se quiere poner todos los días a resolver los problemas sin solución de su país? Claro que no. Pero lo hacen porque entienden una cosa: la clave del éxito está en la consistencia no en la motivación.

Yo comencé el blog Apagando Fuegos para retarme a ser consistente, para enseñarme a ser disciplinada. Y debo decir que estuve 5 meses imparable, con una motivación que superaba cualquier expectativa que jamás hubiera soñado. Y ahora, aunque mis metas están cada vez más claras, batallo con la falta de motivación para seguir adelante. Yo sé que todo esto se mezcla con cansancio, no he parado de trabajar como una hormiguita por los pasados meses, pero el tema es más mental que otra cosa. Entonces, hoy quiero hablarte de las cosas que he aprendido, de lo que he leído y escuchado sobre este tema. Llevo meses educándome en el tema de la creación de hábitos, de cómo crear un negocio online, de cómo trabajar para alcanzar mis metas, de cómo moverme hacia el lugar en el que quiero estar. Y casi todos los autores que he leído y los expertos que he escuchado en podcasts y he visto en vídeos y los mentores que he adoptado en estos meses coinciden en varias cosas:

  1. Escribe lo que quieres: Sucede que al escribir sacas tus deseos de tu mente y los ves de frente. Es como una especie de transferencia de energía, se ven  más reales, más tangibles si están sobre papel o en una pantalla que si solo los piensas o los hablas. Una de mis mentoras, Marissa Belvis, habla sobre el tablero de visión personal. Ella trabaja un ejercicio en el que te lleva a describir un día de tu vida ideal dentro de 5 años y luego a representarlo en un tablero parecido a un vision board. La diferencia está en que ese tablero de visión personal no está lleno de cosas materiales, son más bien representaciones visuales de cómo te quieres sentir, del estado emocional, mental y físico en el que quieres estar en tu futuro.
  2. Visibiliza tus sueños: Hace poco escuché un podcast sobre organización del hogar en el que recomendaban que pegaras fotos de lugares inspiradores en la puerta de la nevera o refrigerador. Decían que eso ayudaba a querer estar en ese espacio con un ánimo distinto, a querer embellecer y mantener el espacio con ese mismo nivel de inspiración. Recuerdo que una amiga hizo un vision board hace unos años y lo puso en un marco sobre una mesita en medio del pasillo de su casa, un lugar por el que tenía que pasar todos los días varias veces. Me dijo, que ver los resultados que quería lograr todos los días, la mantuvo motivada todo el año para cumplir sus metas. Ese año hizo varios viajes de trabajo y familiares, bajó de peso, un problema que tenía en la piel, le mejoró casi en su totalidad y hasta un aumento de sueldo le dieron en su trabajo. Todo estaba plasmado en su tablero. Todo.
  3. Levántate aunque no tengas ganas:  No le des vueltas, ignora esa vocecita que te invita a quedarte un ratito más y muévete a un lugar que te cambie el ánimo, que te invite a despertar. Cuando empiezas a darle vueltas en la cabeza a la idea de levantarte, ya tienes la batalla perdida. Bueno, aquí debo confesarte que he tenido días en los que me levanto sin pensarlo mucho, salgo de la cama y me siento a trabajar o a escribir o me pongo la ropa de ejercicios y 5 minutos después me encuentro acurrucada en el sofá o vuelvo a mi cama con los tenis puestos. Pero esos son los menos. Ahí empieza el trabajo mental, el de moverme aunque mi cuerpo no quiera.
  4. Revisa tu plan: Cuando ando pensando en pajaritos preñaos, desenfocada y perdida, voy a mi plan de trabajo. Hay días en que me quedo mirándolo y preguntándome: ¿Por dónde iba? ¿Qué es lo próximo? Y ahí me quedo dándole vueltas sin parar a mi tabla esperando que me hable. Pero, ¿sabes qué? Sí me habla. Cuando me dejo de changuerías y me pongo pa’ mi número, veo lo que este instrumento me da, me da guía, me da dirección, sí me dice por dónde voy y qué es lo próximo. Entonces pinto de colores las tareas completadas, y veo los resultados obtenidos. Y eso me lleva a la última lección. Descarga: Un plan que no deje nada fuera
  5. Reconoce tus avances: Mira lo que sí has logrado, cambia tu foco de lo que te falta a lo que has completado. Celebra tus victorias y muévete hacia el próximo paso. Hace unas semanas me sentía perdida con relación a mis metas para este año, un proyecto inesperado me desenfocó y de repente no sabía bien donde estaba parada, entonces volví a mi libreta de apuntes, donde están todos mis sueños escritos, y vi que iba por el camino que yo me había trazado, que sólo tuve un pequeño desvío. Vi también todo lo que había logrado, vi cómo había tenido resultados mucho antes de lo esperado. Entonces, una renovada motivación se apoderó de mi y me devolvió a la computadora para seguir trabajando.

Ya ves, apagafuegos, no todos los días hay motivación, pero la constancia y la disciplina te ayudarán a salir adelante esos días. No esperes a que te llegue la inspiración para ponerte a trabajar, métele con todo aun cuando no tengas ni una pizca de ganas, al final verás los resultados. Ánimo, tú puedes lograrlo. Eres una fajona.

Quiero saber de ti. Cuéntame a través de las redes sociales de Apagando Fuegos cómo te enfocas cuando estás desmotivada. Te leo y te espero apagafuegos.