You are currently viewing Comenzar a hacer algo nuevo puede ser aterrador y paralizante

Comenzar a hacer algo nuevo puede ser aterrador y paralizante

Para liberarte del miedo solo hace falta dar el primer paso y luego seguir caminando

Me tomé unos meses para planificar un proyecto muy importante, uno que iba a demostrar a otros mis capacidades, pero sobre todo, le iba a demostrar a misma que sí tenía lo que hacía falta para ser exitosa. Tenía bien claros mis objetivos, había completado mi plan de acción y tenía la aprobación de mis jefes para comenzar. Hasta tenía presupuesto para ejecutar. Y me paralicé.

Congelada, inmóvil, incapaz de dar un solo paso. Me entró el frío olímpico. Pasó toda una semana y comencé a procrastinar ese gran proyecto que llevaba meses preparando. ¿Porqué? ¿Qué me pasaba si estaba todo listo? Pues, lo que le pasa a muchos: tenía miedo, miedo de fallar, miedo de no cumplir las expectativas, miedo de que algo de lo que había planificado no saliera bien. 

¿Te has tirado alguna vez por una tirolina (zipline)? La primera vez que me atreví a hacerlo me pasó lo mismo que aquella eterna semana en la oficina. Mis amigos y mi marido ya se habían tirado y me esperaban al otro lado, osea en una montaña frente a la que yo estaba. El instructor me preparó y detrás de mí venía un grupo nuevo, así es que me usó de ejemplo para enseñarles cómo iban a estar amarrados, cómo debían posicionar su cuerpo y lo que debían hacer al llegar al otro lado. Estoy segura de que esto duró como dos minutos pero yo sentía que llevaba horas bamboleándome sobre ese valle al fondo de la montaña. Vértigo. Miedo. Y un, “ni pal carajo, sácame de aquí ahora”. El problema es que la forma de salir era volver a pasar por 8 puentes colgantes y paralizar el movimiento de todos los que estaban cruzando en dirección contraria o una caminata de dos horas cuesta arriba y cuesta abajo. Así es que mi mejor opción era tirarme y acabar con la tortura. 

Igual que en la oficina me frisé. No había manera de que me tirara a ese vacío y fuera capaz de llegar a la otra orilla.  Después de como 15 minutos y medio parque haciendo malabares para convencerme de que me lanzara, el instructor se tuvo que tirar conmigo y con una señora que rozaba los 70 años y le dolía la cadera. Yo cerré los ojos y apreté los dientes, sentí el viento frío erizarme la piel. La viejita se espatarró y gritó feliz al viento. Llegamos al otro lado como en 30 segundos y mi cuerpo seguía temblando pero envidié tanto lo mucho que gozó la viejita que al próximo salto me puse la primera y me lancé feliz a la siguiente montaña.

Un paso, amiga, un paso es lo que necesitas para empezar a andar, para mover ese proyecto que tienes engavetado por miedo a lo que podría pasar si fallas. Te diré que aquel proyecto que no me atrevía a ejecutar salió bien, pero hubo muchas cosas que no salieron como las había planificado, otras ni siquiera las pude hacer. El proyecto se fue transformando en el camino, pero salió, se logró y fue exitoso. Y todo porque di un paso y luego otro y poco a poco me fui moviendo hasta completarlo. Da miedo, pero si estás preparada te prometo que hasta podrás disfrutar el proceso como aquella viejita gozosa que volaba por las montañas.

Aquí te comparto cinco trucos para que sueltes el miedo y comiences a moverte y a tomar acción sobre ese proyecto que te tiene estancada.

  1. Repasa tu plan y tus objetivos: Vuelve sobre lo que has trabajado, releelo asegúrate de que está todo alineado con lo que quieres lograr y revisa que tienes todas las acciones y tareas para completarlo.
  2. Ponte metas a corto plazo: Divide las tareas en acciones más pequeñas y ponte de meta cumplirlas en un corto tiempo. Poco a poco verás que has completado una tarea grande a través de cumplir con acciones más simples.
  3. Enfócate en una tarea a la vez: Dile NO al multitasking y realiza sólo una cosa a la vez. Termínala y pasa a la siguiente. Cuando caminas sólo puedes dar un paso a la vez y cuando das muchos pasos llegas a tu destino final.
  4. Delega lo que otros puedan hacer mejor: Recuerda que no todo lo tienes que hacer tú, especialmente aquellas cosas que no son tu fuerte. Pide ayuda o asigna tareas a otros miembros de tu equipo.
  5. Respira profundo y lánzate: No le des tantas vueltas, si has seguido los pasos de planificación estás preparada. Si algo falla, podrás rectificar. Si hay que hacer cambios, hazlos, pero muévete y comienza a actuar.

Ya sabes, no dejes que la montaña que tienes frente a ti te intimide. Sé como la viejita gozosa y disfruta el viaje. Da un primer paso y otro y otro y otro o tírate por una tirolina y luego otra hasta que ya no te quede ninguna. En poco tiempo tu proyecto estará completado y tú habrás volado. Cuéntame qué te pareció este artículo y dime qué proyecto o idea te tiene paralizada. Juntas podemos encontrar la forma de ayudarte a mover. Escríbeme. 

Dale, te espero.

This Post Has One Comment

  1. Mildred

    La vieja gozosa a pasado unas mil veces a mi lado, mientras Yo cruzado mil veces la montaña ⛰ en mi mente sin cruzarle una sola vez en la realidad. Las metas corto plazo es donde resbalo, quiero subir el kilimangaro sin antes subir el Yunke para calentar motores. Gracias Iliana, vamos calentar motores.

Comments are closed.